• jueves, 21 de noviembre de 2024
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12/08/2024

Sector de Seguridad Privada y Servicios Auxiliares de FeSMC UGT | La toalla solo tira en la playa

En el Sector de Seguridad y Servicios de FeSMC UGT, este verano, solo tiraremos la toalla en la playa, hay que seguir luchando, hay que seguir conquistando derechos. 

Estamos inmersos en plena época estival, iniciamos un mes de agosto, donde también un año más las delegadas y delegados de UGT volverán a combinar el merecido descanso con mantener la atención a las personas trabajadoras que durante el verano sigan con su actividad laboral. 

También cerramos un curso geopolítico donde parecía imposible pero lo cierto es que aparece más atomizado que el anterior. La invasión de Rusia y la guerra en Gaza siguen segando vidas diariamente demostrando más allá de la hueca palabrería que cierta clase política en el mundo se olvida de las personas y protegen otro tipo de intereses mucho más oscuros, hablan de derechos cuando en ciertos países las clases más desfavorecidas no tienen garantizado ni siquiera el derecho a la vida. Los discursos populistas liderados por la extrema derecha avanzan en el planeta nutriéndose de las desigualdades cada vez más evidentes y las políticas progresistas más allá de avanzar en algunos países en lo macro no inciden con la certeza necesaria en lo micro elemento económico tan necesario como palanca real para atacar las desigualdades así como mejorar sustancialmente las condiciones de vida de las personas en el mundo. 

En nuestro país la polarización política también ha aumentado en los últimos meses. Las políticas puestas en marcha por el Gobierno durante la pandemia utilizando entre otros elementos los ERTES como medida de no pérdida de puestos de trabajo ante el cierre del país, la consolidación y aumento de las pensiones, las subidas experimentadas en el SMI, la ampliación de permisos retribuidos, la reducción del desempleo, las rebajas de IVA en ciertos artículos de primera necesidad, la reforma laboral reforzando la contratación indefinida y erradicando entre otros aspectos lesivos para las personas trabajadoras las negociaciones colectivas a la baja, han marcado durante la crisis sanitaria y ejercicios políticos posteriores a la misma un modelo basado en las personas, totalmente distinto a la forma en que el hoy partido de la oposición afronto durante su Gobierno en la anterior crisis sufrida en el país, donde fomento un modelo basado en destruir derechos al conjunto de la ciudadanía. Es cierto que el incremento de la inflación sufrido en el conjunto del planeta y por ende en nuestro país acompañado de otros factores macroeconómicos han descafeinado todas estas medidas que no han generado un cambio sustancial como se pretendía en la vida cotidiana de las personas que siguen con dificultades en su día a día y que debe seguir siendo objetivo prioritario seguir impulsando medidas sociales para que nadie se quede atrás. 

La extrema derecha en nuestro país sigue buscando situar su caldo de cultivo en algunos ámbitos de la sociedad. Se han intentado apropiar de una bandera que no es suya, lanzando mensajes e intenciones políticas primero que son mentira, todo vale para intentar confundir a una sociedad invadida por fake news y en segundo lugar atenta directamente contra derechos humanos que a un amplio conjunto de la sociedad costo años de lucha conseguir y conquistar. Negar la violencia de género, negar el pleno derecho sobre determinados colectivos, resulta tan ruin como culpabilizar a niños que mueren en los mares escapando de la más absoluta miseria debido a políticas dictatoriales acometidas en sus países y en manos de mafias que utilizan la desesperación humana para lucrarse. Utilizar a las denominadas cloacas del estado así como cualquier artimaña para derrotar al adversario político contribuye además a elevar la crispación social y política en el país y aparece como estrategia utilizada por la extrema derecha y acompañada directa e indirectamente por una derecha que teme perder su espacio político, con la firme intención de no afrontar políticas encaminadas a mejorar la vida de las personas y seguir siendo fieles al poder. No a las pensiones, no a la reforma laboral, no a la reducción de jornada, no a la subida del SMI, son varios ejemplos de los muchos esgrimidos por la extrema derecha y la derecha todos ellos en contra de mejorar las condiciones de la ciudadanía en el conjunto del país. 

Tampoco el sector de la seguridad privada y los servicios auxiliares escapan a la atomización vivida en el país, No caer en los ruidos interesados que además no aportan nada para el colectivo más allá de descredito hacia todo y hacia todos, es garantía de seguir avanzando. Nunca los del ruido fueron capaces de aportar nada constructivo para el sector ni lo harán en el futuro. Es cuestión de escoger entre la política fácil de no construir y criticar o la real que no puede ser otra que afrontar la problemática global y acometer los problemas con la intención inequívoca de mejorar las cosas. Hablar de mantener y mejorar la negociación colectiva como herramienta útil del reparto de riqueza, seguir apostando por un cambio de modelo en la subcontracion de servicios, elevar la igualdad real y efectiva en los centros de trabajo, seguir incidiendo en Europa y en nuestro país sobre una transición sectorial ordenada ante la transformación digital y las nuevas tecnologías, establecer una  formación profesional de futuro como vía de mejora del propio sector, buscar elementos de jubilación anticipada y contratos de relevo ante la edad avanzada del colectivo, conseguir que el Gobierno sea del color que sea no decrete un Reglamento retrogrado para el colectivo, minimizar el riesgo ante las constantes agresiones sufridas en el día a día laboral, cimentar la actividad de los servicios auxiliares con identidad laboral propia fuera de elementos vinculados al intrusismo y a los multiservicios, seguir apostando mediante la acción sindical y utilizando la vía judicial por un necesario cambio de modelo de la seguridad privada en nuestro país, un modelo basado en la calidad de servicios y en condiciones laborales eliminando del sector el oportunismo empresarial, mejorar la propia imagen del sector donde el proceder general del mismo es ejemplar pero no puesto en valor ante la sociedad, solo siendo informada de las malas actuaciones condenables por supuesto pero que para nada representan al conjunto del colectivo. 

En líneas generales hay que seguir avanzando, hay que seguir fortaleciendo la sanidad pública, la educación pública, hay que seguir avanzando en derechos, la reducción de jornada, el acuerdo de pensiones, seguir incrementando el SMI, ampliar las políticas sociales en materia de vivienda accesible, aumentar la indemnización por despido, incrementar por Ley el precio de las horas extras, son elementos que están encima de la mesa y deben ser conquistados en el próximo curso político. El seguir avanzando en Derechos a nivel global también mejora las condiciones del colectivo de seguridad privada y servicios auxiliares cuyas personas trabajadoras no son ajenas a lo que ocurre en el país. Es cierto que a la extrema derecha y a la derecha instaurada en el país el hablar de estos temas sociales les molesta enormemente. Es cierto que avanzar en derechos en seguridad privada y servicios auxiliares molesta al ruido intencionado instaurado en el sector, tanto a unos como a otros los avances sociales les llevan a no poder servir a los poderosos su real intención por mucho que intenten ocultarlo con discursos y declaraciones catastrofistas. Pero también es cierto que llevar la economía a lo Micro a las personas trabajadoras, al conjunto de la ciudadanía, al conjunto del sector, es el mejor antídoto contra el fascismo. 

 

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