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image Precariedad y pérdida de poder adquisitivo en el sector del bingo madrileño
06/09/2017

Precariedad y pérdida de poder adquisitivo en el sector del bingo madrileño

El incremento en ventas en los últimos años y la bajada consecutiva de la presión fiscal hace que los márgenes empresariales se disparen, mientras que los salarios de los trabajadores y trabajadoras del sector pierden poder adquisitivo.

Denunciamos la precariedad y pérdida de poder adquisitivo en la que se encuentran desde hace años los trabajadores y trabajadoras de las salas de Bingo de la Comunidad de Madrid.  En los últimos diez años el índice de productividad por trabajador ha aumentado considerablemente, interviniendo para ello varios factores:

  • La bajada consecutiva de tasas fiscales sobre el precio del cartón o unidad de juego, que ha pasado en pocos años del 22% sobre el valor facial del cartón en 2007 al 12% en 2016 y al 6%, en 2017 con el bingo Dinámico, a las salas que mantienen el 70% para premios.
  • La incorporación de nuevos  juegos que se comercializan en las salas, B3, Bingo Electrónico, y apuestas,  con el consiguiente aumento de funciones
  • El cierre de salas, con el consiguiente reparto de la venta global entre menos establecimientos
  • Y una reducción considerable de plantillas en las salas que actualmente operan.

En 2008 se encontraban abiertas al público un total de 61 salas, que daban trabajo aproximadamente a 2.000 trabajadores, con una media estimada en torno a 32 trabajadores por sala.

En la actualidad existen 46 salas abiertas con una estimación de 1.196 trabajadores y una media de 26 por sala, lo que representa en torno a un 40% menos de empleo entre los años 2008 y 2016.

Actualmente, con el cierre de salas de los últimos años, las salas que están funcionando emplean un 18% menos de trabajadores que estas mismas empleaban en 2008.

Las sucesivas  bajadas de tasas directas sobre el precio de la unidad de juego, cartón, hace que el margen bruto obtenido por las empresas, haya venido aumentando considerablemente en los últimos años, alcanzando su máximo  en este año 2017 tras la implementación  del bingo dinámico, la cual  supone en torno a un 60% más que el que se obtenía en 2013.

Si analizamos “grosso modo” estos datos, con una tasa fiscal del 22% en 2008 y 69 salas abiertas, lo comparamos con 2016 con una tasa del 12% y 46 salas funcionando, nos da como resultado que la media obtenida en margen bruto por sala en 2016 ha sido entorno al 21,6%  superior al que se obtuvo en 2008.

Ahora bien, si conjugamos la consecutiva bajada de tasa fiscal con el coste salarial, nos arroja este dato: los salarios, de 2013 a 2016, han tenido un incremento del 1,73%, en tanto que el margen bruto empresarial sobre el cartón ha pasado del 15% en 2013 al 24% en 2017, un 9% más.

Estos datos, como podemos ver, no han tenido su reflejo en los salarios, ni en mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras  de estas empresas; muy al contrario, los salarios, teniendo  en cuenta el desvío del IPC acumulado en  los últimos 10 años, han sufrido una pérdida de poder adquisitivo del 6,77 % y, además,  en muchas de las salas se sobrepasa la jornada laboral, realizando hasta 12 h. diarias.

Con los nuevos juegos al trabajador o trabajadora le obligan a atender varios puestos de trabajo a la vez, sin estar contemplada en el Convenio Colectivo la polivalencia, y en alguna que otra sala hemos detectado contratos a jornada parcial que realizan jornadas completas en fraude, compensando este exceso con las propinas.

NEGOCIACIÓN DEL NUEVO CONVENIO DEL SECTOR DEL BINGO DE MADRID

En septiembre iniciamos  la negociación del nuevo Convenio Laboral, en ultraactividad  desde enero de este año, donde apelamos a la responsabilidad y al sentido común para revertir  la precariedad existente y recuperar poder adquisitivo.

Estas negociaciones son las primeras en un escenario nuevo, con el bingo tradicional desaparecido de las salas y una variante del electrónico, con el nombre de bingo dinámico, operando desde mayo, donde se esperan algunos reajustes para mejorar su comercialización. A fecha de hoy parecen estar recuperándose las ventas por lo que de seguir así, reportará grandes beneficios para las empresas, por la diferencia de imposición fiscal  con respecto al bingo tradicional que pasa del 12% al 6%  del valor facial del cartón, que se traduce en una bajada de la presión fiscal para las empresas de un 50%.

No hay excusas; hay que hacer partícipes a las trabajadoras y trabajadores de este sector de los beneficios empresariales.