Intervención de Alfredo Turienzo, Secretario General FeSMC UGT Madrid en el V Comite Ordinario de UGT MADRID
Hacer acción sindical en la Comunidad de Madrid siempre cuenta con una dificultad añadida: la presencia en el Gobierno de Madrid del ala más conservadora, reaccionaria y populista del Partido Popular.
Tener como presidenta a la señora Ayuso acompañada en la sombra por un tipo como Miguel Ángel Rodríguez está generando un desgaste añadido a nuestra acción sindical que nos obliga a combatir en frentes sociales que no debieran necesitar de un esfuerzo sindical añadido.
Pero este Gobierno se ha propuesto dinamitar el Estado de bienestar en la Comunidad de Madrid. Y nos va a tener enfrente.
Esto nos obliga a diversificar recursos para hacer acción sindical en las empresas pero también en el ámbito social e institucional, defendiendo los derechos de los madrileños en las calles y denunciando los constantes atropellos que perpetra el gobierno más de derechas de este país.
En este sentido, reconocer a la Comisión Ejecutiva de UGT-Madrid, con la compañera Marina a la cabeza, su constante presencia en distintos ámbitos, foros, medios de comunicación y movilizaciones para que la voz del Sindicato se escuche, denuncciando ante la opinión pública lo que está pasando en este territorio, la regresión en derechos en ámbitos como la Sanidad, Igualdad, Educación y cobertura social.
Es inmprescindible , como no podía ser de otro modo, en la necesidad de compatibilizar lo anterior con nuestra presencia en los centros de trabajo y la ampliación de nuestra representatividad a través de las elecciones sindicales y la afiliación.
Esa es una responsabilidad principalmente nuestra, de las federaciones territoriales que en el Comité Regional estamos representadas.
Si bien es cierto que hemos aumentado nuestra representación en los centros de trabajo, también lo es que no podemos sentirnos satisfechos.
Por ello debemos hacer autocrítica. Porque a través de la autocrítica podremos corregir errores y rearmarnos de cara a los procesos electorales que aún quedan pendientes. Tenemos el listón alto, y nos estamos dejando el aliento para responder a lo que se nos exige.
Como siempre procuro recordar, si queremos autonomía, capacidad de influencia, de negociación, de decisión y, sobre todo, que se nos escuche con tan solo abrir la boca, debemos ser fuertes e independientes en nuestra propia acción, sin condicionamientos.
Y esto se logra con más afiliados y más delegados y delegadas en las empresas.
